-Toma dos supositorios para el burro, ponle el blanco y creo que el burro se despabilará; Pero si no fuera así, ponle el negro que es de efecto fulminante. Saldrá corriendo como un cohete.
A los pocos días, el veterinario se encuentra con José y le pregunta como le ha ido con el burro...
- Pues vera usted, le puse el supositorio blanco y empezó el burro a correr como usted dijo, más que un cohete...Pero si no me pongo yo el supositorio negro, tenga seguro que se me pierde el burro.
Las pilas de la calculadora de bolsillo, que han durado todo el curso, se agotarán durante el examen final de matemáticas. Si lleva pilas de recambio, serán defectuosas