Marchaba José al frente del funeral de su suegra, llevaban el cajón entre 4, y detrás una fila de 30 personas. Alberto ve pasar el cortejo y le pregunta a José:
- ¿Quién se ha muerto?
- Pues mi suegra, la mató mi perro guardián que la confundió con un ladrón.
A lo que Alberto entusiasmado le dice que por favor le venda inmediatamente el perro, y que le pagara 1000 dólares por él. José le contesta:
- Tendrás que ponerte en la fila, pues los que van en el cortejo están haciendo fila para comprarlo.
Las pilas de la calculadora de bolsillo, que han durado todo el curso, se agotarán durante el examen final de matemáticas. Si lleva pilas de recambio, serán defectuosas