El límite Blanco
24/06/2005   Lecturas: 11.942

Catilina

Una vez más, los últimos acontecimientos vienen a darnos la razón. En este caso, nos referimos a las últimas elecciones en Galicia que, como en el resto de España, vienen explicándose por un Partido Popular bastante consolidado y un Partido Socialista Obrero Español también, pero en disposición de vincularse con quien sea con tal de desalojar del poder al Partido Popular.

No es necesario ser una lumbrera para darse cuenta la carencia absoluta de talento en el entorno de Rodríguez Zapatero si exceptuamos, tal vez, a Rubalcaba, ex-portavoz de algunos gobiernos socialistas de la época de Felipe González. De hecho, se podría hacer una competición entre los miembros del gabinete ministerial para comprobar si en el Gobierno Zapatero queda alguien con luces suficientes para gobernar, pongamos, una perfumería.

No hay más que ver al funcionario Moratinos, por poner un ejemplo inmediato, para comprender el declive europeo ¿Han oído a este sujeto hablar inglés? ¿A través de qué medios consiguió acceder a la Escuela Diplomática? ¿A qué grupo de demediados puede representar un individuo así? Incombustible Moratinos...

¿Y Peces? ¿Qué me dicen de don Barba, cada día menos Peces y más pez?

De la Trujillo, decir simplemente que es la constatación de que alguien que en su pueblo es el tuerto incontestado, al llegar a la polis se convierte en ciego de bofetón continuo; pero hay que conocer los límites personales antes de aceptar una responsabilidad en cualquier orden de la vida.

¿Y qué me dicen de la ministra Calvo? La Ministra de Incultura la he oído llamar, creo que con bastante razón. La última vez que oí su voz, estaba trazando planes de muy altos vuelos, ignoro desde qué galaxia. Esta acaba en asuntos interplanetarios si es que, antes, uno de los personajes de mayor fuste del entorno de Rodríguez, Trinidad Jiménez (por favor, no se rían, hablo en serio) no le birla el puesto.

Ahora, futuro, futuro, lo que se dice futuro, el que tiene Pepino Blanco. Dicen que tiene varias carreras y no me extraña, es claro que necesita otras cuantas ¿haría las carreras por la barba en la universidad de Peces? ¡Ese tipo estudia mucho! Eso es que sabe poco, dice un amigo mío que dicen en su pueblo, que ignoro si es el de Blanco.

Porque lo de Blanco es pura hermenéutica electoral ¡Qué reflejos! ¡Que inteligencia en la mirada! ¡Qué presteza en el verbo! Realmente, este hombre es el gran descubrimiento –entre otros- de Rodríguez Zapatero, porque uno no se encuentra alguien así cualquier día y en cualquier esquina. A alguien como Blanco hay que buscarle con la linterna de Diógenes y... tener suerte.

Pepiño Blanco –el hombre de la mente en Blanco- dicen que tiene varias carreras, pero es claro que necesita otras cuantas, aunque su número no lo sé. En una de ellas, deberían enseñarle los fundamentos: el sistema métrico decimal, los números, la lógica matemática elemental... ¡Qué se yo! Esas cosas que antes enseñaban a los colegiales desde muy niños y que permitían que tu madre te pudiera enviar a por harina o azúcar con serias garantías de éxito ¡Hala Pepiño, vete a por los votos de Galicia!

Claro que, bien mirado, tener un Pepino de chico de los recados tiene sus ventajas, te vuelve con 13 sacas menos de diputados pero lleno de entusiasmo: ¡m’os ganao, ZP, m’os ganao! Y ZP le da la razón, pero con lágrimas en los ojos: Si Pepino, m’os ganao, pero otra victoria como esta... medita ZP mientras se apresta a hablar con Rubalcaba a ver cómo meten mano al asunto ¿Has llamado ya a los de PRISA? le pregunta pensativo. Nos están esperando.

Mientras, ZP escucha escandalizado a Pepino Blanco que declara en televisión que los del Partido Popular han perdido el gobierno de Galicia ¡Este tío es completamente gilipollas! me pareció oír decir a Rubalcaba, y no le faltaba razón, porque ahora los del Bloque Nacionalista, los verdaderos perdedores, ya saben que el PSOE pagará lo que sea con tal de expulsar al PP de la Xunta. Ahora ya pueden exigir, saben que el PSOE irá a la negociación derrotado. Aquí adelantamos el modelo: Galicia: tres en raya.