¿Seremos los elegidos?
22/04/2012   Lecturas: 6.146

Publio

Se pregunta todo quisque ante la política de tijeretazos de Mariano Rajoy. Por sentado, quien se plantea esta pregunta está haciendo cábalas para librar batalla contra quien amenace su statu quo. Nos esperan tiempos de demagogia -más demagogia aún- por parte de una izquierda insaciable.

El caso es que aquí deberíamos andar dándole palos a don Mariano -que se los merece y en plena cocorota- pero no podemos dejar pasar las continuas sandeces de una izquierda que debe haber perdido la chaveta o está para que la arregle el psicoanalista de la Kirchner.

Así, resplandecen con especial brillo las demenciales declaraciones de la anciana ex portavoz del gobierno socialista, María Teresa de La Vega -atrabiliaria ejempla de la política nacional a la que el señor Rodríguez metió en el Consejo de Estado para degradarlo-. El caso es que el vejestorio hizo de vientre en Logroño y el tufo ha sobrepasado las últimas estribaciones del monte Gurugú en Melilla: Las políticas fiscales y económicas (de Rajoy) son las mismas que provocaron el ascenso de Hitler al poder, vomitó sin sonrojarse esta consumida miliciana cuya magra figura se agota en una maldad deletérea, en su deposición sobre La actual situación económica y el poder de la mujer, que yo aquí les compendio: La actual situación económica española tiene mucho que ver con las mujeres; más exactamente, con las del PSOE tiene que ver cinco millones y medio de parados.

Tras esta necedad, prosiguió con otras que competían en estulticia. En cierto momento, la escuché decir que el gobierno socialista zapaterino había sido en extremo austero. Ninguna razón. Una intoxicación más de esta vieja mendaz; como demuestra, querido lector, el informe Government Finance Statistics, sobre las estadísticas financieras de los gobiernos de la Eurozona, publicado por Eurostat. En el Cuadro nº6 del informe La Falacia de los Impuestos Bajos en España, del Instituto Juan de Mariana, dirigido por Gabriel Calzada, lo recoge, comparando gráficamente el crecimiento del gasto de las administraciones públicas de España y Alemania entre 2002 y 2006. Observe cómo el aumento del gasto español es en 2006 ¡un 50% mayor del de 2002 y 9,5 veces mayor que el alemán! Puro derroche. Además, en una reciente visita a Venezuela, Zapatero reconocía que el endeudamiento había sido su mayor error.

Como Islandia, España debería haber encausado a los responsables del gabinete socialista. En su lugar, Rajoy les ha colmado de medallas y ha renunciado a explicarnos las cuentas reales: qué significa que un gobierno comprometido con la unión Europea a no endeudarse más del 6% del PIB en 2011, haya llegado al 8,5% (casi un 50% más) y dejado decenas de miles de facturas sin pagar para el siguiente ejercicio. Rajoy es hoy el mejor aliado de Rubalcaba y su rehén. Veremos el día, no muy lejano, en que le achaquen a él la ruina de esta nación. Desahogo no les falta y demagogia tampoco. Pues allá Rajoy y sus arriolas.