Peor, imposible
30/08/2006   Lecturas: 8.720

Publio

Podemos afirmar sin ningún género de dudas que el actual Presidente socialista y su gobierno figuran, más allá de la pequeña historia de nuestro pueblo, en la larga historia de la Humanidad, y no con letras de oro precisamente. Nadie en la historia del Mundo, como él, ha llegado al poder tan miserablemente en brazos de una masacre terrorista en su propia tierra. Nadie en la historia del Mundo, como él, ha reunido a tantos millones de seres manifestándose en su contra. Nadie en la historia del Mundo, como él, ha cosechado tantos millones de firmas contrarias a su gobierno. Nadie en la historia del Mundo, como él, ha intentado golpear el alma religiosa de su pueblo y ha visto tantos millones de almas en apoyo de su líder espiritual (Benedicto XVI, Valencia, 2006). Nadie, en la historia del Mundo, como él, tiene a sus espaldas los escombros de la caída de barrios enteros, de una capital fundamental como Barcelona. Nadie, en el Mundo (democrático, se entiende), como él, es reo de acordar con la prensa un régimen de autocensura como la pactada con los periodistas catalanes. Nadie en el Mundo, como él, ha burlado la Ley de su propio país, partiendo de interpretaciones torcidas de la propia Ley. Nadie, en el Mundo como él, recibe tantos silbidos en cuantas ciudades visita. Nadie, en toda Europa, como él, se ha vuelto de una negociación con más de novecientos mil millones de pesetas perdidos a favor de Francia y Alemania, mientras se pasaba la noche durmiendo en vez de negociar. Nadie, en toda Europa, como él, ha cosechado amonestaciones, broncas y sanciones al ritmo que él lo hace. A cambio, nadie en el Mundo, como él, ha recibido tantos elogios de formaciones terroristas como ETA o Hizbullah, ni nadie, como él, se ha puesto de esa manera de rodillas ante las exigencias de un grupo terrorista. Nadie en el Mundo (democrático, se entiende) se ha puesto frente a Israel y a favor de Irán y sus manejos terroristas, en su intento por aniquilar al pueblo judío. Nadie en el Mundo, como él, vacaciona franquistamente en reales sitios mientras millones de árboles perecen bajo las llamas en una falta de control que hasta la Unión Europea le ha abroncado. Nadie en todo el Mundo (democrático, se entiende), como él, ha ejercido el poder de manera más oscurantista y siniestra, sin dar absolutamente razón a su pueblo de lo que hace, cuando no escamoteándole la información directamente. Nadie en el Mundo, como él, ha insultado a tantos otros líderes de grandes países (Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Colombia, Polonia, Israel...) mientras pasaba la mano por la espalda a los peores sátrapas del orbe (Cuba, Venezuela, Irán Marruecos...). Nadie en el Mundo, como él, ha colocado a su parienta en puestos de responsabilidad para los que no tiene ni capacidad, ni talento, ni más mérito que la de ser esposa del Presidente terroris causa (a lo peor estoy siendo algo injusto y la mujer de Ceaucescu o Imelda Marcos pudieran igualarse). Nadie en el Mundo, como él, ha recogido tantos y tantos cadáveres de infelices que se han arriesgado a ganar nuestras costas como consecuencia del efecto llamada que su inconsciente y homicida política inmigratoria ha provocado. Nadie en el Mundo, como él, vaticino hoy desde aquí, terminará su legislatura engañando y defraudando a tantas almas, porque nadie se atrevió jamás, salvo José Luis Rodríguez El Hermoso Zapatero, a prometer la creación de 15.000 viviendas mensuales de VPO que, en cuatro años de legislatura, suman un total de 720.000 viviendas, aproximadamente ¡quince billones de pesetas! de las cuales -insisto, vaticino hoy desde aquí- no hará ni una sola, ¿para qué? ¿quién se las va a reclamar?

Que estamos ante uno de los peores gobernantes que ha dado España, de eso no me cabe la menor duda. La cuestión ahora es qué puesto ocupará al fin en la Historia Universal de la Infamia y qué quedará entonces de España, de la España que usted y yo hemos conocido hasta la llegada de este Presidente sonado.