La abuela intrépida
25/11/2009   Lecturas: 6.932

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El pasado 19 de Noviembre, la vicepresidenta del gobierno socialista, María Teresa Fernández de la Vega, se presentó en el colegio Jaime Vera para celebrar un acto a favor de la infancia desfavorecida bajo el eslogan no puedo votar pero tengo una voz. Una iniciativa –según sus organizadores- para que los niños tengan más participación en la toma de decisiones. Razón por la cual, el gobierno liberticida de Rodríguez Zapatero ha decidido pasarse su opinión por salva sea la parte antes de prohibir en los colegios los bollos y la happy meal. Es parte del teatrillo socialista: por un lado montan el Gobierno de los niños y por otro se dedican a lo que les interesa: prohibir lo que les viene en gana. Los colegios socialistas (todo por los niños pero sin los niños) no tendrán fantas ni dulces, pero estarán bien provistos de condones, píldoras abortivas y toda clase de drogas, sin más que traspasar la puerta de salida.

En el turno de cuestiones, una criatura pregunta a la vicepresidenta cuándo podrá recuperar la paga semanal que le quitaron sus padres por culpa de la crisis -imagínense la situación de la familia para llegar a extremo tan doloroso- y ésta la responde agradeciéndola su esfuerzo y recordándola que la crisis la sufren los demás países del Mundo pero que España, gracias a las medidas del gobierno socialista, saldrá pronto de ella.

Mientras la eminencia en economía del socialismo europeo, el bedel de instituto Pepiño Blanco White, anticipa la salida para 2017, varios economistas mundiales galardonados con el premio Nobel coinciden en que España se enfrenta a una depresión ¿Quién tiene razón? Sin duda el gobierno socialista, que ya acertó al vaticinar que saldríamos de esta desaceleración a finales de Marzo de 2008, recién terminadas las elecciones generales.

El caso es que para un niño quedarse sin paga semanal es un esfuerzo brutal y me pregunto cual será el esfuerzo que en justa proporción realizará la bisabuela socialista ¿Cuántos trajes de más de 4.000 euros habrá dejado de comprarse y cuántos zapatos de 600? ¿Y cuánta toxina botulínica habrá dejado de inyectarse? Yo la veo por la televisión y me da la sensación de que De la Vega esfuerzos ha hecho pocos y compartir, como buena socialista, comparte aún menos. Al cabo, me digo, ésta el único esfuerzo que hace es en la dieta para solidarizarse con la ministra de Economía, Elena Salgado ¿Cómo llaman ellos mismos a la estirpe? Ah sí ¡socialismo caviar!

Intrépida, se presentaba nuestra vicepresidenta hace unos días ante los medios de comunicación con el mendrugo del ministro de Justicia para declararse responsable de la astracanada del Alakrana pero, después, no la vemos responsabilizarse de forma alguna ¿Será que para castigarse se ha ido a algún taller de alta costura y se ha flagelado con un conjuntito de exorbitante factura? A día de hoy, esta responsable no nos ha explicado cómo se logra, después de que ocho desharrapados armados hasta los dientes se hicieran con el atunero que, con una fragata de la marina española vigilando a escasa distancia, subieran al barco más de sesenta flacuchos.

Debe ser porque, según este vejestorio, el Gobierno ha hecho todo lo que tenía que hacer , reconociéndose así como el mejor aliado que los piratas hubieran imaginado hace mes y medio cuando abordaron un pesquero con bandera del PNV.