Que paguen los votantes
10/09/2008   Lecturas: 7.832

Catilina

Presionados por el gobierno socialista, para que la reunión no se produjera, se encontraron en Zaragoza los responsables económicos de esta ciudad, el de Madrid y el de Málaga, para expresar al gobierno nacional su necesidad de una mayor financiación.

A todo esto, al actual –y parece que eterno- ministro de economía socialista, el inepto Pedro Solbes, se le ocurre una idea que parece genial: como el municipio de Madrid es el más endeudado de toda España, que paguen los madrileños que votaron al actual alcalde madrileño –el infausto Gallardón, del Partido Popular y de Prisa- la enorme deuda que pesa sobre la ciudad.

La ocurrencia es tan sorprendente que solo puede haber salido de la mente de un idiota. Lo que nos hace creer a pies juntillas que tiene que haber sido producto de una meditación profunda del ministro socialista que hundió a España en tres millones y medio de parados en los años 90, y ahora mismo los está creando a razón de más de tres millares cada día; todo un espécimen.

De las palabras del sonado ministro de economía socialista, inmediatamente se entiende que si los madrileños que votaron al popular Gallardón han de pagar la deuda en la que éste ha sumido a Madrid y a los madrileños, los zaragozanos que votaran al socialista –y ex compañero de gobierno del zascandil Solbes- Alberto Belloch, deberán cargar a cuestas con la deuda creada por el edil socialista de Zaragoza.

Pedro Solbes ha descubierto él solo –quiero decir, sin la ayuda de Pepino Blanco- lo que está llamado a ser uno de los hallazgos más trascendentales de la filosofía política de este milenio. ¿Cómo? No lo sé.

Según el sistema de este brillante melón, los andaluces –por poner un ejemplo- que llevan más de dos décadas votando al presidente del PSOE, Manuel Chaves –otra de las lumbreras más sobresalientes que ha dado la mina socialista española en lo que lleva de existencia-, habrán de cargar con el enorme déficit en el que este nepote mantiene hundida a la mayor región de España. ¿Y que me dicen de los sevillanos que votan a Monteseirín, verdadero genio de las cuentas públicas cuando se avienen tanto a las privadas que llega un momento en que no se las distingue?

¿Pagarán –me pregunto yo a mi mismo, ante la imposibilidad de preguntárselo al houdini de las cuentas españolas- los votantes socialistas los más de siete mil millones de pesetas que trincaron los dos antiguos alcaldes de Ciempozuelos, que andan felizmente por la calle sin que aparezca el dinero, o serán directamente los militantes del PSOE?

Y –yendo aún más lejos- me pregunto ¿pagarán los votantes socialistas el salario de los más de tres millares de desempleados que genera cada día, en su funcionamiento, el gobierno al que auparon al poder? Menos mal que según Solbes –en funciones de títere en la mano izquierda de Zapatero- lo que unos pocos antipatriotas llamamos crisis, empezó a remontar ¡a finales de Marzo pasado! Justamente coincidiendo con la victoria en las urnas del partido más mendaz y golpista que ha dado la historia política española: el partido al que sirve Pedro Solbes.

El mismo Pedro Solbes confiesa ahora que no le preocupa el déficit de las cuentas públicas, lo que no puede extrañarnos a la vista de su trayectoria como mandamás de las economías socialistas. Y ahí –créanme- es donde no entiendo a este matemático brillante, porque si, a partir de la héjira de este ministro insolvente, el déficit de las cuentas públicas han de pagarlas los votantes del partido que las genera, genere o haya generado, no veo al PSOE de Zapatero, ni aún colocando en la Administración militantes de 23.000 en 23.000 cada cuatro años a cobrar del público erario, cargando con la ingente deuda que se les avecina. A ver así cómo cambian de casa, de coche y hasta de mujer...

Pero yo creo que no, que Solbes no ha tenido esta idea tan grande, que materia tan sutil no puede ser obra suya y que, en realidad, se ha quedado a su altura, en lo que es él mismo con sus propios mecanismos: un inútil en perpetuo proceso REM. Lo que Solbes ha querido decir en realidad es que los votantes madrileños del temible Gallardón deben costear el déficit generado por el alcalde popular y, ya puestos, el generado por el alcalde socialista de Zaragoza; y el del presidente socialista de Andalucía; y el del presidente socialista de Asturias; y el del presidente socialista de Aragón; y el del presidente socialista de Galicia; y el del presidente socialista de Extremadura... Suma y sigue.

Bueno... dice eso o lo contrario si dentro de dos horas se lo manda Zapatero, o De la Vega, o Sebastián, o Pepino Blanco, o Leire Pajín, o Cerolo... o el conserje que abre cada mañana las puertas del Ministerio de Economía Socialista.